Por: M. José Cicero
La forma de trato es un indicador de la calidad de las relaciones humanas a todos los niveles. Según la manera como nos tratemos los unos a los otros construimos una verdadera civilización. Las pasiones humanas son muchas veces las causantes de las injusticias sociales.
La amistad tiene una gran repercusión en la sociedad. Aunque nuestras relaciones personales puedan darse con más intensidad e intimidad con algunas personas, una autentica civilización se fundamenta en el estar abiertos a todos los seres humanos, vinculados como hermanos, a pesar de las diferencias.
Nos comprometemos a vivir nuestras amistades de modo generoso y desinteresado, querer al otro por lo que es y no por lo que nos gustaría que fuera, sin discriminaciones ni prejuicios con respeto y confianza. Nos comprometemos a buscar la unidad, potenciando la comunicación y el diálogo en todos los ámbitos.
Nos comprometemos a promover la cultura del respeto y confianza como solución a gran parte de los problemas, no sólo en las relaciones personales sino también en el ámbito civil y judicial, sabiendo que el respeto exige: un auténtico esfuerzo de cambio en nuestras actitudes y comportamientos.
Hay que defender el valor prioritario de las relaciones humanas, frente a otro tipo de bienes (económicos, materiales, etc.).
Nos proponemos hacer un buen uso del tiempo para crecer en nuestra vida y con las demás personas, sin permitir que las prisas, el afán, la necesidad de ser eficaces y productivos merme las relaciones humanas.
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Nos comprometemos a practicar el valor del respeto a cada una de las relaciones que establecemos diariamente con todos aquellos que nos rodean.
Atentamente.
M. José Cicero
viernes, 15 de octubre de 2010
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