Por M. José Cicero
Hoy es un día que debemos vivirlo intensamente, empecemos por ser prudentes en nuestra convivencia desde el desayuno hasta el anochecer, cuantas oportunidades tenemos de practicarla y así evitaremos muchos contratiempos.
En el desayuno, cuando toda la familia esta reunida que importante es salir de la casa todos con una sonrisa y buen humor, ¿Y como se da eso?, tenemos la prudencia de dejar que cada uno converse lo que en ese momento quiere expresar y dejar que termine pues a veces no todos queremos decir algo, siempre hay uno que empieza por un comentario y si nosotros dejemos que lo haga, así nos conoceremos mejor.
También hay veces que alguno esta contrariado por algo, tengamos la prudencia de respetarlo y no preguntarle nada hasta que el quiera contarlo, el nos lo agradecerá porque así le daremos tiempo de que lo medite con mas calma, a veces eso bastara para que el solo lo resuelva.
¡Que alegría es saber que contamos con una familia que nos conoce! y por supuesto nos ama.
En el ambiente social, profesional etc. pasa lo mismo si nosotros somos prudentes en lo que decimos y hacemos, nuestra vida será cordial y respetuosa, veremos que la convivencia nos trae muchas riquezas, cada persona que tratemos tiene mucho que enseñarnos sus experiencias y su preparación profesional, y eso nos los transmite a nosotros sin ni siquiera solicitarlo, con esta actitud seguramente todos tendremos un trato cordial y respetuoso.
Atentamente.
M. José Cicero
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martes, 7 de octubre de 2008
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